sábado, 22 de septiembre de 2012

EJERCICIOS DE RELAJACION


En algunos casos, se aprecia tensión muscular generalizada o bien sólo a nivel de los órganos fono-articulatorios, lo cual puede entorpecer el proceso de reeducación.

Daremos especial importancia en este caso a los ejercicios de relajación buco-facial. ya que la rigidez en estos órganos puede dificultar la correcta articulación. Será conveniente trabajar este aspecto inmediatamente antes de comenzar con los ejercicios de praxias y los ejercicios articulatorios, pues debemos facilitar al niño/a el tono que precise para la agilidad del movimiento y, posteriormente, para facilitar una correcta articulación.

El objetivo es: facilitar al alumno/a el tono muscular adecuado en aquellos órganos que intervienen en la fonación.

Los ejercicios se pueden realizar mediante dos técnicas o la combinación de ambas:

1. En la relajación pasiva es el reeducador el que actúa, pasando los dedos de la mano por aquellas zonas que nos interese relajar.

— El niño/a debe permanecer sentado y el reeducador se sentará enfrente de él. Tocaremos de forma suave con las yemas de los dedos, realizando pequeños círculos por cara, nariz y labios.
— El reeducador se colocará de pie detrás del niño y le irá tocando el cuello de arriba a abajo suavemente, por ambos lados, llegando hasta los hombros. Igualmente realizaremos el mismo ejercicio por la parte delantera del cuello.
— Posteriormente, haremos girar de forma lateral el Cuello del niño/a (primero actuaremos sobre el lado derecho y después sobre el izquierdo) para realizar los mismos ejercicios anteriores, pero incidiendo en el esternocleidomastoideo.

2. La relajación activa está basada en la contraposición de tensión y relajación. Tensar los músculos hasta el grado máximo à  sentir la sensación de tensión à relajación del músculo de forma gradual à sentir la sensación de relajación.

— Frente: Arrugar la frente. Sentir la sensación de tensión por encima de las cejas y en el puente de la nariz. Relajar poco a poco.
— Ojos: Cerrar fuertemente los dos ojos. Notar la sensación de tensión por debajo de los párpados y en el interior y exterior de cada ojo- Abrirlos ojos lentamente. Realizar el mismo ejercicio anterior guiñando un solo ojo, primero el
derecho y posteriormente el izquierdo
— Nariz: Arrugar fuertemente la nariz. Notar la sensación de tensión sobre todo en el puente de la nariz y los dos orificios. Relajar gradualmente.
— Labios y mejillas: Realizar una .sonrisa muy forzada. Notar la sensación de tensión los labios y ambas mejillas. Relajar la cara muy lentamente, Apretar los labios fuertemente, proyectándolos hacia fuera (“hacer morritos”). Notar la tensión en los labios y a cada lado de los mismos. Relajar los labios poco a poco. Repetir el ejercido anterior proyectando los labios primero a la derecha y luego a la izquierda.
— Lengua: Apretar la lengua fuertemente contra el cielo de la boca. Notar la tensión dentro de la boca, en la lengua y en los músculos que están debajo de la mandíbula. Dejar caer la lengua poco a poco.
— Mandíbula: Apretar fuertemente los dientes. Sentir la tensión en los músculos laterales de la cara y sienes. Relajar la mandíbula de forma gradual.
— Cuello: Tensar fuertemente el cuello. Notar que sientes la tensión en la «nuez» y en la parte posterior del mismo. Relajar el cuello de forma gradual.

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